La ciudad deportiva Camilo Cano de La Nucía reunió a la cantera del mejor bádminton europeo en un torneo organizado por la Federación de Badminton de la Comunidad Valenciana, junto a Badminton Europe y la Federación Española de Bádminton, con la inestimable colaboración del Ayuntamiento de La Nucía y el Club de Bádminton La Nucía. El Iberdrola Spanish Junior International también contó con el apoyo de la Generalitat Valenciana y la Diputación de Alicante, patrocinadores principales del evento, sin los cuales no se podría realizar la organización del mismo.
El evento no defraudó a nadie y pudo seguirse en directo a través de los canales oficiales de la Federación Española de Bádminton, donde se llegaron a registrar más de 80.000 reproducciones durante la competición. En ella se pudo ver una importante representación española, ya que competían las selecciones Sub17 y Sub19. Además, las raquetas nacionales protagonizaron un buen papel, con actuaciones destacadas en las cinco modalidades. Destacaron por encima de los demás la pareja de dobles mixto formada por Lucía Rodríguez y Rodrigo Sanjurjo y la de dobles mixto formada por la propia Rodríguez junto a Ania Setién, ambas subcampeonas de sus modalidades.
Las finales
La batalla por el título del doble mixto tuvo el toque español de la pareja formada por Lucía Rodríguez y Rodrigo Sanjurjo, que se enfrentaba a la dupla francesa Drouin-Cattoen. Fue un encuentro de máxima igualdad, en el que el tándem galo logró ser más efectivo en los momentos clave y se apuntó el primer set. La reacción de los españoles no se hizo esperar y lograron llevar la iniciativa en la segunda manga. No obstante, los franceses volvieron a apretar en el tramo final y evitaron la remontada de Sanjurjo y Rodríguez (21-19 y 21-16).
Un guión similar se vio en la final del individual femenino, en la que la estonia Catlyn Kruus, cuarta favorita, no dio opción a la inglesa Lisa Curtin. Kruss llevó la batuta del encuentro en todo momento, mientras se tuvo que conformar con ir a remolque hasta que pisó el acelerador en el segundo set. Eso sí, su esfuerzo no fue suficiente para frenar a la potente jugadora estonia, que fue quien finalmente se colgó el oro (21-17 y 22-20).
La tercera final del día también coronó a un jugador estonio, ya que el tercer cabeza de serie Tauri Kilk no falló frente al francés Sacha Leveque. Fue un encuentro tremendamente igualado que se decidió por pequeños detalles, como refleja el ajustado marcador final. Kilk comenzó mandando, se apuntó el primer juego y llegó a disponer de un punto de partido, pero Leveque, verdugo de Jacobo Fernández en semifinales, no dio su brazo a torcer y llevó el encuentro al tercer set. En cualquier caso, el estonio volvió a tomar el control del encuentro y terminó sentenciando la final con una exhibición de bádminton (21-18, 23-25 y 21-15).
Lucía Rodríguez volvió a saltar a la pista, esta vez para jugar por el título del dobles femenino junto a Ania Setién. La prometedora pareja española viene de cuajar grandes torneos y partía como la gran favorita para llevarse el oro. Fruto de sus buenos partidos Rodríguez y Setién avanzaron con paso firme hasta la final, pero ahí chocaron contra las holandesas Kirsten de Wit y Jaymie Laurens. La pareja neerlandesa imprimió un ritmo frenético desde el primer punto y aprovechó el cansancio del tándem español para dominar el primer set. Lejos de bajar los brazos, Rodríguez y Setién trataron de igualar las cosas en la segunda manga, algo que lograron. Eso sí, la iniciativa la siguieron llevando sus rivales, que sentenciaron el encuentro por 21-10 y 21-14).
La final de dobles masculino, protagonizada por los franceses Cattoen y Ronget frente a los ingleses Green y Moore, puso el punto y final al torneo con triunfo británico. Fue otro choque de máxima intensidad y que dejó buenos rallies. La pareja gala parecía sentirse más cómoda sobre la pista en los primeros momentos del partido, pero los ingleses no se arrugaron y dieron el primer paso hacia el título al llevarse el primer set. Cattoen y Ronget metieron una marcha más en el segundo juego y lograron llevar el encuentro al tercer y definitivo set, que fue el más igualado de todos. Ambas parejas eran conscientes de lo que había en juego y ninguna quería darse por vencido, por lo que la igualdad se mantuvo hasta el tramo intermedio del set, momento en el que Green y Moore sacaron partido de su juego y sellaron su triunfo (21-19, 14-21 y 21-15).
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