La selección española masculina ha certificado este domingo en Dublín su clasificación para la fase final del Campeonato de Europa por Equipos 2026. El billete se decidía en la jornada final del clasificatorio, en un duelo directo entre España e Irlanda —ambas primeras de sus subgrupos— y que finalmente cayó del lado español por 3-1.
El camino no estuvo exento de dificultades. España afrontaba el encuentro con dos ausencias de peso: Pablo Abián, lesionado en su partido del sábado, y Carlos Piris, también fuera de combate. Esta situación obligó al director deportivo Arturo Ruiz y al técnico Manuel Vázquez a reorganizar el orden de juego.
Álvaro Leal asumió el primer individual, Miguel Esteve el segundo y Rubén García, habitualmente doblista, afrontó el tercer individual. Para el posible quinto partido, el técnido había preparado a Jacobo Fernández para formar pareja con García en ausencia de Piris, aunque finalmente no fue necesario llegar a ese punto. El dobles que sí entraba en acción era el habitual de Daniel Franco y Rodrigo Sanjurjo y fue el que culminóla victria de Españaen el cuarto partido.
El cruce comenzó cuesta arriba para España. El irlandés Nhat Nguyen, número 32 del mundo, impuso su solidez ante Álvaro Leal y abrió el marcador para los anfitriones con un claro 21-14 y 21-10. Sin embargo, el combinado español reaccionó de inmediato gracias a un gran Miguel Esteve. El alicantino, tras un primer set adverso (11-21), ajustó su juego y firmó una brillante remontada por 21-12 y 21-17 para devolver la igualdad (1-1).
Con el marcador empatado, Rubén García asumió un papel poco habitual: competir en individual. El granadino, pese al tiempo sin disputar esta modalidad, protagonizó una de las actuaciones más destacadas del día. Se llevó el primer set con autoridad (21-9), vio cómo Joshua Magee igualaba el duelo con idéntico resultado y, ya en el set definitivo, tiró de experiencia y carácter para cerrar el punto por 21-18, adelantando a España (2-1).
Todo quedaba en manos del dobles masculino. Rodrigo Sanjurjo y Daniel Franco saltaron a pista con la primera oportunidad de sentenciar la eliminatoria… y no la dejaron escapar. Con un rendimiento muy sólido y una gran coordinación, sellaron la clasificación española con un contundente 21-17 y 21-12, desatando la celebración en el pabellón dublinés.
España completa así un clasificatorio sobresaliente pese a las adversidades, mostrando profundidad de plantilla, competitividad y capacidad de adaptación. El objetivo está cumplido: la selección estará en la fase final del Campeonato de Europa, que se disputará en febrero de 2026.