La fiesta del parabádminton nacional llevada a cabo este fin de semana en Jaén, con la cuarta y última prueba del Circuito Nacional, ha estado marcada por un desagradable incidente: Rubén Nova no pudo competir porque su silla quedó destrozada en el vuelo que le trasladó de Palma a Sevilla.
El jugador mallorquín viajó el viernes hasta la capital andaluza en un vuelo operado por Ryanair, pero lo toda la ilusión con la que se subió al avión quedó hecha trizas nada más aterrizar: "Al recoger la silla enseguida vi que le faltaba una rueda y después de fijarme bien me di cuenta de que había partes dobladas e incluso retorcidas. No sé lo que pasó, porque está hecha de un material resistente y además la facturé como equipaje especial", explica el deportista balear.
Rubén Nova no podía expresar con palabras lo que sintió cuando se encontró inservible la silla de ruedas que utiliza para entrenar y competir, que tiene un valor de unos 7.200 euros y que consiguió gracias a un crowdfunding: "Aparte de destrozarme la silla también me han destrozado a mí. No sólo me he quedado sin jugar este fin de semana, tampoco voy a poder entrenar durante cuatro o cinco meses porque las sillas están hechas a medida y hacerlas lleva mucho trabajo y mucho tiempo. Y los daños van más allá de esta competición, porque yo me entreno todos los días, es mi modo de vida, pero además ahora no tengo forma de seguir progresando y no sé cuándo podré volver a las pistas. Este incidente me ha dejado sin silla y también sin ilusión, es un momento muy duro".
Nova, que ha recibido el apoyo del presidente de la Federación Española de Bádminton Andoni Azurmendi y del coordinador nacional de parabádminton, Miguel Ángel Polo, lamenta "que no he recibido ninguna explicación de Ryanair. Al ver la silla destrozada me pidieron que pusiera una reclamación en el aeropuerto, pero no me dijeron nada más. Aunque sé que desde la compañía han visto mis publicaciones en las redes sociales nadie se ha puesto en contacto conmigo ni se han interesado por lo sucedido y me siento muy decepcionado".
Dadas las circunstancias Rubén Nova volvió inmediatamente a Palma con el ánimo por los suelos, pero asegura que denunciará a la compañía aérea por daños y perjuicios: "Por el hotel, por el coche de alquiler, por los gastos del viaje y por supuesto por la silla, que conseguí gracias al apoyo y la solidaridad de toda la gente". En cualquier caso, no hay forma de compensar la dura situación que atraviesa el deportista, un golpe moral del que no se recuperará hasta que consiga una silla y recupere la ilusión.